Copio
"Hay veces que vale la pena esta labor ingrata de voluntaria, las muchas horas diarias frente al ordenador, la desesperación de no encontrarles familia, los problemas económicos para mantenerles, las lagrimas cuando alguno nos deja, el llegar tarde para salvar a otros, la intolerancia e impertinencia de otros que piensan que por ser abandonados o no tener familia no tienen personas que les defenderán con la fuerza que solo las personas que nos dedicamos a esto entendemos y sobre todo la incomprensión de quienes te rodean y el adiós de los amigos
Sara escribió un día para adoptar, es de esos correos que te llenan de ilusión y que automáticamente piensas en una posible adopción. Creo que en su primer correo ya dejaba ver la persona dulce y cariñosa que era. Así empezó todo.
De Irma lo primero que recuerdo es su mirada triste, sin ilusión y sin esperanza, tranquila y bonita, tenia una paz en ella y un algo tan especial que no se puede explicar, supongo que la mirada cautivadora de los galgos, me vino a la cabeza el nombre de Irma, Irma la dulce ha sido siempre para mi.
Después vinieron las charlas con Sara, la visita de mi compañera, los consejos de educador y por fin el encuentro y así Irma fue a casa de Sara y su pareja, ese momento comenzó su vida y cambio su mirada para siempre.
Y claro esta, una imagen vale más que mil palabras."
www.adaana.es
"Hay veces que vale la pena esta labor ingrata de voluntaria, las muchas horas diarias frente al ordenador, la desesperación de no encontrarles familia, los problemas económicos para mantenerles, las lagrimas cuando alguno nos deja, el llegar tarde para salvar a otros, la intolerancia e impertinencia de otros que piensan que por ser abandonados o no tener familia no tienen personas que les defenderán con la fuerza que solo las personas que nos dedicamos a esto entendemos y sobre todo la incomprensión de quienes te rodean y el adiós de los amigos
Sara escribió un día para adoptar, es de esos correos que te llenan de ilusión y que automáticamente piensas en una posible adopción. Creo que en su primer correo ya dejaba ver la persona dulce y cariñosa que era. Así empezó todo.
De Irma lo primero que recuerdo es su mirada triste, sin ilusión y sin esperanza, tranquila y bonita, tenia una paz en ella y un algo tan especial que no se puede explicar, supongo que la mirada cautivadora de los galgos, me vino a la cabeza el nombre de Irma, Irma la dulce ha sido siempre para mi.
Después vinieron las charlas con Sara, la visita de mi compañera, los consejos de educador y por fin el encuentro y así Irma fue a casa de Sara y su pareja, ese momento comenzó su vida y cambio su mirada para siempre.
Y claro esta, una imagen vale más que mil palabras."
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