Empezó a mirar al perro desde su retrovisor, Dave vio que algo había asustado al perro y empezó a correr hacia el tráfico. Un coche piso los frenos pero golpeó al perro.
“Era un perro muy bonito. Me detuve en una gasolinera, pero yo quería volver a encontrarlo para asegurarme de que no estaría herido, pero ya no estaba”, comentó Dave.
Le llevó algún tiempo, pero fue capaz de encontar al perro y convencerlo de que fuera hacia él. Lo metió dentro de su camioneta y llamó al número que figuraba en su collar.
El número no condujo a su propietario pero hizo lo principal. Hizo que Dave localizara a una pareja que un día conoció a un hombre sin hogar con un vínculo especial con su perro. El día que la pareja conoció al hombre, su perro tenía un corte en la pierna y se ofrecieron para ir con el propietario a un veterinario.
Pero la pareja no sabía donde podía estar el hombre. Dave no sabía que más podía hacer pero llevó al perro a la Sociedad Protectora de Animales del Sur de Mississippi, a cuatro kilómetros de distancia.
“La pareja me dijo que el hombre y el perro viajaban juntos”. “Yo sabía que el perro estaba a salvo pero todavía no estaba tranquilo”, comentó Dave.
Mientras Dave se estaba preocupando por encontrar al hombre, Ronnie Hasselbeck estaba preocupado por encontrar a su perro, Holly, un pastor belga Malinois de color negro. Había estado sin hogar durante unos cinco años y había hecho un refugio debajo de un puente, donde vivió con Holly hasta que desapareció.
Ronnie siempre dormía abrazado al cuerpo de Holly y cuando un día por la mañana se despertó se dio cuenta de que el perro no estaba.
“Estaba debajo de ese puente llorando”. “Es mi bebé. Me quedé de piedra. Era como si todo mi mundo se hubiera parado por completo. No sabía que hacer, porque ella ya no estaba conmigo”, comentó Ronnie.
Se sorprendió de que el perro se fuera, ya que Ronnie describre a Holly como leal e inteligente, no era normal que lo abandonara y no volviera.
“Ella duerme en mi saco de dormir, conmigo. A veces se acurruca junto a mis pies. Es un perro bueno, es mi bebé”.
Holly habia estado ausente durante dos días hasta que Dave se acercó por debajo del puente para preguntarle si le faltaba un perro.
“Empece a llorar, era la cosa más alegre”. “Es difícil explicar la emoción que sentí cuando me dijo: ‘He encontrado a su perro’”, comentó Ronnie.
Dave dijo que no podía sacarse al perro de la cabeza, tenía que volver al puente para ver si el dueño de Holly estaba allí.
“Tenía la sensación de que debía ir bajo el puente y así lo hice, una vez allí me encontré con Ronnie”. “Cuando le dije que su perro estaba a salvo, el seguía diciendo ‘esto es increíble’”, dijo Dave.
Ronnie estaba esperando el lunes fuera de la puerta de la Protectora de animales cuando a las 10 de la mañana abrieron las puertas.
“Estamos contentos de haber sido capaces de reunirlos”. “Sabemos lo mucho que significa para alguien que eso es todo lo que tiene”, comentaba Krystyna Schmitt, de la protectora de animales.
“Es un milagro que la tenga conmigo”. Holly saltó sobre Ronnie y cubrió su cara a besos. “Si alquien me ofrece la opción a elegir entre 20 millones y mi perro, me gustaría tener a mi perro. Eso es lo que siento por ella”, comentó Ronnie.
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