Los pacientes del Miami Children's Hospital tienen un terapeuta un tanto inusual: mide menos de un pie de altura, tiene cola y se mueve en una silla de ruedas especial.
Todos los martes, los pequeños pacientes del Hospital Infantil de Miami reciben la visita de un terapeuta inusual, que no los obliga a hacer ejercicios ni les pregunta cómo se sienten. Su terapia es simple, se acerca lo sufiente a sus camas como para que lo puedan acariciar y mimar.
Lance, un dachshund de 5 años, es un perro terapeuta en el hospital, donde ha estado visitando a los niños desde que él mismo se convirtió en un paciente.
"Hemos decidido convertir su situación en algo bueno'', dijo Caio Stinchi, propietario de Lance, quien vive en Coconut Groove.
Una mañana de hace dos años, Super Lance - como le llaman en el hospital - se despertó y simplemente se negó a caminar, recuerda Claudia Machado, esposa de Stinchi. Machado intento por todos los medios que su mascota se moviera, pero no hubo resultados. “Al llevarlo al veterinario, nos explicaron que sufría de hernias discales, algo común en esta raza debido a su anatomía corpórea”.
Lamentablemente el diagnostico fue demasiado tardío y la medula de lance había sufrido daños irreparables, por lo que la parálisis ya no podía ser tratada.
”Yo estaba devastada'”, cuenta Claudia, quien se desmayó en la oficina del veterinario, cuando supo la noticia. “Yo estaba desecha ¿Por qué le sucede esto al mejor perro?.
La pareja comenzó a investigar sobre las opciones que tenían para su perro paralítico, al que consideran como su único hijo. Fue así como descubrieron que podían mandar a hacer una silla de ruedas a medida para su fiel mascota.
"La silla fue una cosa natural para él. Rápidamente recupero su movilidad'', explica su madre adoptiva. "El se movía alrededor de la oficina como siempre. Fue el día más feliz de mi vida, porque pude ver en su cara la emoción de poder volver a caminar''.
Pero esto fue sólo el comienzo para lance y su familia. Después de haber experimentado el trauma de la enfermedad y la discapacidad - aunque en una escala canina –, sus dueños comenzaron a preguntarse de que manera podría su mascota ayudar a niños enfermos a enfrentar su difícil situación.
Fue así como la pareja descubrió la existencia de la terapia Dog Inc., una organización con sede en Wyoming, que brinda capacitación, pruebas y registro de perros de terapia en todo Estados Unidos. Logrando en 2008 la certificación de Lance como pero terapeuta.
”Lance ama a los niños”, indica Stinchi. “El se relaciona con los niños mejor que con los adultos”.
En julio de 2008, la pareja registró a Lance como un perro de terapia en el Miami Children's Hospital. Desde esa fecha, “Super Lance” asiste al hospital todos los martes con el fin de visitar a los niños y ayudarlos en su recuperación de enfermedades o cirugías.
Como perro de terapia, a Lance no se le permite ladrar durante sus visitas, ni lamer a los pacientes o familiares. Y debido a su parálisis, tampoco puede mover la cola. Sin embargo levanta sus orejas como muestra de amistad y agradecimiento cuando es regaloneado por los niños.
Lo que claramente si puede hacer, es entregar esperanza y afecto a los pequeños pacientes.
Recientemente, en el hospital, pintaron un mural en el vestíbulo principal. Lance obviamente es parte del mural.
Fuente: Miami Herald
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