No hay duda de que el perro es el mejor amigo del hombre. Rocky, un labrador de año y medio, impidió que un niño muera sepultado al derrumbarse una pared cuando un grupo de trabajadores construía un edificio aledaño a su vivienda, en Jesús María.
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El pequeño Adrián Roque Pasapera (7) salvó de morir aplastado porque Rocky mordió fuertemente de su camiseta y lo jaló hacia la calle antes de que la pared cayera sobre él.
El heroico hecho ocurrió la tarde del miércoles 10 de Diciembre en la avenida Arnaldo Márquez 1124, cuando el niño jugaba en el pasadizo de la quinta donde vive con sus familiares. Yo pasé por ahí y el perro me empezó a jalar. Yo no sabía por qué me quería llevar a la calle y cuando ya estaba casi afuera la pared se vino abajo, contó el niño, quien todas las tardes busca a Rocky para jugar, pues el perro es de los vecinos que viven en el interior 6.
La madre del niño, Patricia Pasapera Suárez (38), se mostró agradecida al can porque dijo que se había convertido en el ángel de su hijo. Rocky es de los vecinos y mi hijo siempre le va a tocar la puerta al señor a fin de pedirle permiso para jugar con él, por eso es que los dos se quieren bastante, contó la emocionada señora.
En tanto, la dueña de Rocky, Diana Anco, dijo que es un animal bastante dócil y obediente. Cada vez que regreso del mercado me ayuda a cargar los paquetes y con Adrián se lleva muy bien, se tienen bastante cariño, refirió entre risas la mujer que tuvo que sacar a pasear a Rocky porque estaba estresado de tantas fotografías que le sacaron.
Los dueños del héroe contaron que hace unos meses Rocky ayudó a los serenos a capturar a un delincuente que le robó el celular a un transeúnte. Rocky lo persiguió y cuando lo agarró del pantalón no lo soltó, y es ahí que recién los serenos pudieron llevarse al ladrón, contó orgullosa su dueña.
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