Es esta una triste historia que merece
un final feliz, una de tantas historias del Refugio de la Protectora de
Animales de Málaga
Apenas eran las diez de la mañana del pasado viernes, día 22 y suena mi teléfono, es Laura, una de la auxiliares veterinarias del Refugi. Le han avisado de un taller de reparaciones de coches que la grúa había traído, de un pueblo cercano, un coche accidentado y al empezar desmontarlo, habían encontrado una perra entre el parachoques y la carrocería, estaba incrustada y los mecánicos la sacaron y la dejaron en una caja, en el taller...alli, durante toda la noche, aguantó el frío y el dolor...preñada, con las dos patas delanteras fracturadas y varios dientes partidos por el golpe, sin agua, sin comida...sin nada que le quitara el terrible dolor que tenía.
Lorena, una voluntaria fué a buscarla; llegó al refugio en un estado lastimoso, deshidratada y tan débil que los veterinarios no se atrevían a operar por si se iba en la operación; inmediatamente se le puso un gotero nutritivo y con medicamentos para quitarle el dolor y evitar infecciones y así pasó la noche, en la UVI del Refugio.
Telma, que así le pusimos a la podenquilla, se pone de parto en la mañana del sábado...no hay más remedio que intervenirla, intubarla, anestesiarla, con el riesgo que supone por lo débil que está, pero el parto no progresa y el veterinario se decide a abrir; los cachorros están muertos...y uno de ellos, casi necrosado. Si no llegamos a recogerla, Telma hubiera muerto de septicemia....todo en contra tuya, mi chica. Durante la operación, su temperatura baja y hay que ponerle bolsas de agua caliente, está tan débil que la pérdida de sangre puede ser fatal...pero ella es una luchadora y todos estamos a su lado...acaba la operación y Telma se despierta...ha pasado el peligro.
Ahora le toca enfrentarse a la operación para arreglarle las patas y también ver cómo están las piezas dentales rotas...han de pasar unos días, pero Telma tendrá todo lo que la Protectora pueda proporcionarle; descansa y se recupera en el Refugio....todavía le queda un largo camino; nosotros le ayudaremos a andarlo. El final de ese camino debería ser una familia que la quisiera y donde ella conociera la cara amable del ser humano.
Aún me pregunto cómo pudo sobrevivir a un viaje metida entre los restos de un coche, arrastrada por la grúa, como si fuera un trozo más de chatarra, al frío del viaje, al frío del taller donde pasó la noche, al dolor de sus patas, al de los dientes rotos, el tener los cachorros muertos, tal vez entre el golpe y la falta de alimento, porque Telma es un puñaíto de huesos, el miedo, el hambre, la sed...¿cómo pudiste, Telma, mi chica valiente?
Carmen Manzano
Pta. de la Sociedad Protectora de Animales y Plantas de Málaga
Apenas eran las diez de la mañana del pasado viernes, día 22 y suena mi teléfono, es Laura, una de la auxiliares veterinarias del Refugi. Le han avisado de un taller de reparaciones de coches que la grúa había traído, de un pueblo cercano, un coche accidentado y al empezar desmontarlo, habían encontrado una perra entre el parachoques y la carrocería, estaba incrustada y los mecánicos la sacaron y la dejaron en una caja, en el taller...alli, durante toda la noche, aguantó el frío y el dolor...preñada, con las dos patas delanteras fracturadas y varios dientes partidos por el golpe, sin agua, sin comida...sin nada que le quitara el terrible dolor que tenía.
Lorena, una voluntaria fué a buscarla; llegó al refugio en un estado lastimoso, deshidratada y tan débil que los veterinarios no se atrevían a operar por si se iba en la operación; inmediatamente se le puso un gotero nutritivo y con medicamentos para quitarle el dolor y evitar infecciones y así pasó la noche, en la UVI del Refugio.
Telma, que así le pusimos a la podenquilla, se pone de parto en la mañana del sábado...no hay más remedio que intervenirla, intubarla, anestesiarla, con el riesgo que supone por lo débil que está, pero el parto no progresa y el veterinario se decide a abrir; los cachorros están muertos...y uno de ellos, casi necrosado. Si no llegamos a recogerla, Telma hubiera muerto de septicemia....todo en contra tuya, mi chica. Durante la operación, su temperatura baja y hay que ponerle bolsas de agua caliente, está tan débil que la pérdida de sangre puede ser fatal...pero ella es una luchadora y todos estamos a su lado...acaba la operación y Telma se despierta...ha pasado el peligro.
Ahora le toca enfrentarse a la operación para arreglarle las patas y también ver cómo están las piezas dentales rotas...han de pasar unos días, pero Telma tendrá todo lo que la Protectora pueda proporcionarle; descansa y se recupera en el Refugio....todavía le queda un largo camino; nosotros le ayudaremos a andarlo. El final de ese camino debería ser una familia que la quisiera y donde ella conociera la cara amable del ser humano.
Aún me pregunto cómo pudo sobrevivir a un viaje metida entre los restos de un coche, arrastrada por la grúa, como si fuera un trozo más de chatarra, al frío del viaje, al frío del taller donde pasó la noche, al dolor de sus patas, al de los dientes rotos, el tener los cachorros muertos, tal vez entre el golpe y la falta de alimento, porque Telma es un puñaíto de huesos, el miedo, el hambre, la sed...¿cómo pudiste, Telma, mi chica valiente?
Carmen Manzano
Pta. de la Sociedad Protectora de Animales y Plantas de Málaga
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