Así explicabamos su situación en el primer llamamiento, en Enero del 2009
Yaya, apareció una fría mañana atada a la puerta de la perrera, abandonada con nocturnidad y alevosía después de 10? años de servicios
Ese era el premio a su amor, a su lealtad, a su fidelidad… un destino injusto, verse en un sitio extraño, rodeada de perros extraños y de humanos extraños
Lo peor es que su dueño cazador pensará que ha sido bueno con ella, al menos no ha acabado en mitad de una carretera, o con un tiro en mitad de cualquier campo, pero Yaya no se merece que los años que le queden de vida los pase en un frío chenil, merece conocer el calor inmaterial del cariño de una familia, y el calor material de un hogar, cuando sale al patio y otros buscan juegos, y carreras , ella se conforma con unos pocos mimos y la tranquilidad de una caseta apartada…. con suelo enmoquetado
Yaya no lo tiene fácil, su raza, (braco) su edad (aproximadamente 10 años), su carita canosa, sus ojitos cansados y con cataratas, y unos bultitos ( que están a la espera del diagnóstico del veterinario, para saber el tratamiento a seguir) todo parece ponerse en contra para su adopción, parece un imposible, un milagro… pero acaso Yaya no merece una jubilación digna y conocer por fin la felicidad????
Meses mas tarde en Mayo...
Yaya, lleva meses esperando su oportunidad, una mañana apareció atada en la puerta de la perrera, el que ella creía su amigo, la dejó allí, ese era su pago a años de cacería, a años de parir camada tras camada, a años de miradas llenas de amor quizás, sólo quizás recibió de vez en cuando una caricia
Espera conocer al verdadero amigo, disfrutar de una familia, de sus caricias, de su calor, de su seguridad.
A paciencia no le gana nadie
Su mirada triste, delata su estado de ánimo, se sabe abandonada, cree que no merecía un pago así, su mirada triste delata que su mundo se rompió en mil pedazos esa mañana en que se vió atada a una puerta en medio de la soledad
Sólo necesita un rincón calentito para ser feliz.... pide tan poco para volver a se feliz
En enero de este año, después de poco mas de un año en la protectora, en un frio cheníl Yaya, encontró su familia, como tantos alejada de España, y como podeis comprobar una familia numerosa, que rebosa amor, y cariño...
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