In memoriam de mi gordi ( por Villabichos)

In memoriam de mi gordi por villabichos

¡¡¡¡ La que has armado, Gordi !!!!

Seguro que ahora estás, asomado desde tu nube, asombrado ante todo esto..... Tú sólo te acercaste al bordecito para volver a ver, desde allá arriba, a tu familia...a tu querida Miryam. Sólo querias ver que todo estaba bien, como siempre ha estado....

Y encuentras los ojos de Miryam llenos de lágrimas.....lágrimas que se unen a las de 8000 amigos más. Lágrimas que caen a la tierra para regar la semilla que ya ha empezado a germinar...

Te preguntas qué tiene que ver esto contigo... Claro, tu solo hiciste lo que mejor sabes hacer:

Ser compañero y amigo, esperar pacientemente junto al ordenador, hacer reir cuando más se necesita, pasear, jugar, revolcarte en la arena..... solo disfrutaste de la vida, de la comida, de los juegos, del amor de la familia..... Como cualquier otro perro. ¡¡¡¡ Que importa la raza !!!!
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Y poco a poco conseguiste hasta cambiar el lenguaje, Pasaste de ser un perro de caZa a ser un perro de caSa. Sólo una letra que cambia totalmente una vida.....

Una casa en lugar de un zulo, un paseo en lugar de una cacería, pienso y chuches en lugar de pan duro, abrazos en lugar de patadas... y una vejez rodeado de cariño en lugar de un tiro o una cuerda en el campo.

Ya no sorprenden los setters paseando con sus dueños, los pointers viajando de vacaciones, los bretones jugando con los niños, los galgos luciendo su elegante estampa en la ciudad.....

Y tú, Gordi, eres, en gran parte, el culpable. Así que no te asombres si a tu nube empiezan a llegar bracos gorditos, podencos viejecillos hablando de sofás..... y si, al verte, sonrien y dicen los unos a los otros ; " Mira, es Gordi. El perrito de Myriam, el de "perros de casa",

Abstenerse cazadores

Abstenerse cazadores

lunes, 31 de octubre de 2011

La cultura no es tortura. Cristina del Valle

Lunes, 31 de octubre de 2011
Plataforma de mujeres artistas contra la violencia de género

 

La cultura no es tortura


Cristina del Valle
Hace algún tiempo conocí el trabajo del veterinario español Albert Sordé y el de otros profesionales comprometidos con el respeto y los derechos de los animales, especialmente de los toros. Sordé es profesor en la universidad de Barcelona y director y cofundador de SOS Galgos, director de la clínica veterinaria Tres Vet y fue miembro y tesorero de la Junta de Gobierno del Colegio Oficial de Veterinarios de Barcelona.
Es uno de los profesionales más involucrados en la defensa y protección de los animales y que más ha denunciado el bloqueo en este país de las leyes de protección animal y su aplicación por los intereses de grupos de poder relacionados con la tauromaquia y la caza. Esta minoría influyente ha tenido la complicidad de los dos partidos mayoritarios, PSOE y PP, y han puesto a este país en la cola de los países menos desarrollados en lo que respecta a legislación, derechos y respeto animal. Albert elaboró un trabajo espléndido sobre el sufrimiento físico de los toros durante las corridas. Afirmaba que, tras salir a la plaza y después de haber burlado al animal con el capote, el picador le clava la lanza, que le destroza los músculos además de vasos sanguíneos y nervios, abriéndole agujeros de tal tamaño que pueden hundirse la banderillas. Están terminadas en forma de arpones o ganchos de acero cortante y punzante de entre seis y ocho centímetros de longitud. Son clavadas en el lomo y quedan enganchadas en la carne, desgarrándola. Más tarde, se atraviesa al toro con el estoque, espada de 80 centímetros que, según el lugar del cuerpo por el que penetre, destroza el hígado, los pulmones, etc. Cuando la espada le corta la gran arteria, el toro agoniza con enormes vómitos de sangre que se brotan por la boca y la nariz.
El toro, en un intento desesperado por sobrevivir, se resiste a caer y, por su gran memoria, suele encaminarse a la puerta por la que le hicieron entrar en ese maldito lugar, llamada puerta de chiqueros. El animal busca la salida, creyendo que por ahí podrá volver al campo, huyendo así de tanto maltrato y dolor. Pero sus verdugos le apuñalan la nuca con el descabello, otra espada, que termina en una cuchilla de diez centímetros.
A pesar de tan terribles tormentos, el animal no suele morir, por su gran potencia física, pero finalmente cae al suelo, porque el estoque le ha ido destrozando los órganos internos mientras los ayudantes del matador, con las capas, le hacen girar al toro a izquierda y derecha, cortándole la espada con estos movimientos sus órganos internos.
Cuando cae al suelo, le clavan en la nuca la puntilla, un puñal de diez centímetros con doble filo. Con el puñal le hurgan en la nuca, intentando cortarle la médula espinal en el espacio entre las vértebras cervicales. El toro queda así paralizado, sin poder realizar siquiera movimientos con los músculos respiratorios, por lo que finalmente se asfixia, boqueando desesperadamente una y otra vez, intentando que el aire le penetre en los pulmones. Por último, con el animal aún con vida, se le suelen cortar las orejas y los testículos con un cuchillo. ¿En nombre de qué cultura se defiende esta barbarie que nos denigra a tod@s? No hay títulos de heroicidad ni de valentía para quienes realizan el acto más salvaje, cobarde y brutal que se pueda cometer contra un animal. ¿Cómo se puede disfrutar con el espectáculo de la sangre, el dolor y la tortura de un ser vivo? Fuera para siempre de este país el horror y la vergüenza de las corridas de toros y llenemos las plazas de los pueblos de arte, de música, de danza, teatro, belleza, ternura y respeto por la vida.

http://cambio16.es/not/867/la_cultura_no_es_tortura/

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