Buscar soluciones. Ese era el objetivo de la reciente
reunión mantenida entre el subdelegado del Gobierno en Albacete,
Federico Pozuelo, con varios representantes de diferentes organizaciones
e instituciones vinculadas al deporte de la caza con galgos. ¿El
problema? El creciente furtivismo que sufre el sector.
Y es que en la provincia de Albacete se celebra desde
hace cuatro años una de las 16 fases clasificatorias para el Campeonato
de España, algo que se según el vicepresidente de la Federación de
Castilla-La Mancha de Galgos, Gonzalo Núñez «se consiguió tras mucho
esfuerzo» y con la llegada del furtivismo se merma la competición.
Núñez declaró que «la problemática es creciente, los
furtivos son cada vez más profesionales, no cazan por necesidad y crean
graves problemas en el campo». Las zonas más castigadas por estos
cazadores coinciden con los lugares de celebración del campeonato, es
decir el coto social de La Gineta y otros colindantes, que son los que
reúnen mayor calidad para este tipo de pruebas. Y el problema llega
cuando las liebres que deben estar en dicho campo «no aparecen porque
tres días antes del campeonato los furtivos han estado cazando por allí,
con coches todoterreno y las espantan o matan».
De otras provincias
Núñez indica que a la competición vienen muchas personas
desde Murcia, Alicante, Valencia, Toledo o Madrid. «Podemos juntarnos
cerca de mil aficionados, esto cuesta mucho dinero porque se desplazan
personas de todos lados», y a veces por culpa de los furtivos «llegamos
al corredor y no hay liebre».
Núñez deja claro que «éste es el punto de vista que
tenemos desde la competición», pero los problemas no terminan ahí, pues
el furtivismo no solo les afecta a ellos, también a las sociedades de
cazadores y agricultores que ceden los campos o tierras. «Nosotros los
cuidamos para tener densidad de caza», pero cuando van los furtivos «les
da igual que estén sembrados ajos, cebada... pasan con los coches por
encima de todo, lo destrozan y no tienen ningún tipo de cuidado». El
vicepresidente de la Federación de Castilla-La Mancha de Galgos, explica
que «todo esta completamente regulado», es decir que si ocurre algún
tipo de desperfecto o daño en cualquier campo «se pagan los destrozos
porque está todo consensuado con el agricultor» y si por ejemplo, la
siembra está grande, «se limita la entrada de los caballos y solo entran
para juzgar las carreras los necesarios». Si hay una zona en la que no
hay nada sembrado, pueden llegar a entrar entre 40 ó 50 caballos,
«aunque para juzgar las carreras solo se necesitan cinco y el resto
pueden esperar en zonas donde no se pueda hacer daño a nada». Núñez dice
que se debe respetar al máximo el terreno que les ceden «porque al año
siguiente queremos volver y nuestro mejor aliado es el agricultor».
Cada vez más continuo
El furtivismo y los robos en el campo cada vez son más
continuos por la falta de medios y medidas de seguridad. Por ello desde
las asociaciones pidieron el apoyo al subdelegado del Gobierno de
Albacete ya que «las patrullas de Guardia Civil prácticamente han
desaparecido, pero es cierto que siempre que se les llama van, lo que es
de agradecer, porque cada vez que organizamos el campeonato, tenemos
una pareja allí supervisando y si les llamamos porque hay furtivos
acuden de inmediato».
Pero resulta complicado realizar las detenciones «si la patrulla se encuentra a 70 kilómetros de la zona».
Las federaciones de caza y los propietarios de cotos
piden que tras cuidar esos terrenos durante todo el año y para no
sentirse indefensos ante los furtivos, «se refuerce la vigilancia» ya
que en el campo «no hay el servicio que creemos que debía existir».
Núñez sabe que no se puede pedir «que nos guarden los
cotos», pero si «que nos den apoyo y cuando esté la competición cerca,
es decir, un mes antes; que nos ayuden en lo que puedan» porque este es
un evento en el que se desplazan muchas personas, jueces, caballos,
galgos y en general «mueve mucho dinero».
El campeonato será en noviembre, por tanto, desde finales
de octubre el vicepresidente de la Federación de Castilla-La Mancha de
Galgos piensa que sería bueno para todos «reforzar las medidas de
seguridad», y sabe que es complicado porque «cada vez los medios son
menos y debemos cubrir más cosas», pero no desiste en su empeño y
esfuerzo. Hoy en día, como narra Núñez, el 90% de los furtivos van
acompañados de todoterrenos caros y no suelen actuar en solitario. «Van
mínimo tres o cuatro personas y enfrentarse a ellos es peligroso». El
furtivismo se suele practicar por el día y muchas veces cuando la veda
está cerrada pues, «con los galgos se comercia mucho»; entonces si hay
una venta «lo normal es probarlo antes en el campo de carreras». Como
los furtivos actúan por el día en otoño e invierno por la bajas
temperaturas, suelen salir a mediodía, «cuando las personas están
comiendo y no hay nadie en el campo». En primavera y verano se cambia de
costumbre y «realizan estos actos al amanecer o cuando anochece».
Sanciones
Son muchas las sanciones que a lo largo del año reciben
los cazadores furtivos, pero Núñez cuenta que la tramitación de las
denuncias «deberían ser más rápidas o efectivas» porque «hay muchas
personas con varias sanciones acumuladas y siguen cazando sin
preocupación». Para el vicepresidente de la Federación de Castilla-La
Mancha de Galgos, «no es lógico y se debería actuar».
En la reunión con el subdelegado por tanto se solicitó
que «todas las sanciones se hagan efectivas con un curso administrativo
más rápido». Respecto al furtivismo, si los cazadores son amonestados en
varias ocasiones, 'la broma' puede salirles cara, ya que «deberán pagar
hasta 6.000 euros de multa».
Las personas que cumplen la ley, según Núñez, se ven
indefensas. «Nosotros pagamos todo el año, nuestras matrículas y demás,
pero luego el infractor no paga y no sabemos las causas».
Transporte
Desde la Federación de Castilla-La Mancha de Galgos se
insistió al subdelegado en que también se apliquen normas para el
transporte de más de cuatro o cinco perros, es decir, «que sea necesario
un permiso especial» y si cualquier cosa no está en orden «al furtivo
en vez de retirarle el arma, que se le retire al animal y hasta que no
pague no se lo devuelven».
Pero Núñez sabe que eso no es fácil pues «no existen los
medios necesarios», por ejemplo, la Guardia Civil «no tiene los coches
preparados para eso, quitar la escopeta es fácil, pero a un animal no
tanto y hoy por hoy no es viable».
Para finalizar Núñez comenta que el furtivo tiene más
miedo a la Guardia Civil que al guarda del coto, este la mayoría de las
veces «debe tener cuidado, incluso hay casos de amenazas y problemas
entre los cuatro o cinco furtivos y el guarda».
El vicepresidente de la Federación de Castilla-La Mancha
de Galgos indica que «cuando va el guarda no corren, pero si ven el
coche de la Guardia Civil no se esperan».
http://www.laverdad.es/albacete/v/20120730/provincia/caza-furtiva-galgos-aumento-20120730.html
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