( en Extremadura, en Andalucía, en Castilla-León , en Canarias etc etc etc)
EL PROBLEMA DE LOS PERROS DE CAZA EN EXTREMADURA=
IRRESPONSABILIDAD DE LOS CAZADORES + PASIVIDAD Y COMPLICIDAD
DE LA ADMINISTRACIÓN
No vamos a entrar en el oscuro mundo de la caza y sus intereses, baste decir que para Fepaex la caza es una actividad que consiste en matar animales por diversión. Matar por diversión nos parece una práctica bárbara, antipedagógica, deleznable e incompatible
con una sociedad civilizada. Matar por diversión insensibiliza ante el
sufrimiento de un ser vivo, anula la empatía, fomenta la violencia
gratuita, embrutece a una población y atrasa nuestra evolución. Estamos
en contra de que la caza se subvencione, patrocine o reciba ningún tipo
de ayuda con nuestros impuestos.
No creemos que la caza sea “una cultura a proteger”, sino una actividad poco ética a erradicar. Tampoco creemos que los perros de caza sean “útiles cinegéticos” o herramientas de usar y tirar, como piensan los cazadores-galgueros-rehaleros y la Administración. Los perros de caza son seres vivos y tienen unos derechos en Extremadura otorgados por la Ley 5/2002 de Protección de los Animales. ¿Para qué queremos las leyes si no se aplican? …
Como
ya sabemos que no existe voluntad política para acabar con el maltrato
animal en nuestra Comunidad y, además, pretenden perpetuar la Extremadura de los Santos Inocentes de toros-matanza-caza; vamos a intentar, al menos, hacer público el problema de los perros de caza para que cada palo aguante su vela y nadie espere que las Protectoras hagamos milagros ante tanto despropósito.
Empecemos con algunas preguntas para visualizar el problema:
- ¿Cuántos perros famélicos, heridos, hembras preñadas… vemos en nuestras rotondas, en nuestros parques, en nuestras carreteras y cuántos son perros de caza?
- ¿Cuántos accidentes de tráfico han provocado los perros de caza?
- ¿Cuántos cadáveres de perros de caza vemos en las carreteras y autovías?
- ¿Cuántos perros mueren, se extravían o terminan heridos en el coto después de una cacería?
- ¿Cuántos animales crían, ilegal e incontroladamente, los cazadores-galgueros?
- ¿Cuántos perros de caza llegan a viejos?
- ¿Cuánto gastan los cazadores, galgueros y rehaleros en la asistencia veterinaria que sus perros necesitan?
- ¿Cuántos veterinarios saben de las ilegalidades y el maltrato de los perros de caza y miran para otro lado?
- ¿Cuántos Refugios tienen las Federaciones y Asociaciones de Caza para ofrecer un retiro digno a sus animales?
- ¿Cuántos cazadores vemos recogiendo a los perros de caza extraviados, heridos, abandonados? ¿Dónde está el tan cacareado amor por sus perros?
- ¿Cuántos de los animales que llegan a los infiernos de las Perreras-Matadero de la Administración son de caza?
- ¿Cuánto
nos cuesta económicamente a los extremeños la recogida y el exterminio
de los perros abandonados y/o desechados por los cazadores? ¿Y
éticamente? ¿Y pedagógicamente?
- ¿Cuántos maltratadores y criadores ilegales de perros de caza han sido sancionados por la Consejería de Agricultura?
- ¿Cuánta
sangre, sudor y lágrimas nos cuesta a las Protectoras de Animales
intentar paliar la irresponsabilidad de los cazadores hacia sus perros y
la pasividad-complicidad de la Administración?
- ¿Cuánto
tiempo dedica en su programación la TV del Canal Extremadura, que
pagamos todos, a fomentar lo nuestro: “Toros-Matanza-Caza” y cuánto
dedica a educar en el respeto que merecen los animales y a dar a conocer
sus derechos en nuestra Comunidad?
- Los
cotos de caza de la Administración son públicos. ¿Qué pasa cuando
paseamos tranquilamente y nos avasallan los cazadores con su escopeta y
su actividad “recreativa y cultural”? ¿Dónde están nuestros derechos?
¿Dónde está la imagen de disfrutar la naturaleza maravillosa que vende
la Junta de Extremadura al exterior?

LA
SOLUCIÓN al problema de los perros de caza en Extremadura es de sentido
común: que los cazadores se responsabilicen de sus perros. Tan
sencillo como, que traten bien a sus animales mientras los utilizan
como herramientas y que, cuando no les sirvan, ofrezcan un retiro digno a sus perros de caza.
Si
los cazadores-galgueros-rehaleros se responsabilizaran de sus animales y
cumplieran nuestra Ley 5/2002; en nuestros parques, rotondas, caminos,
carreteras, autovías, Refugios de Protectoras y Perreras-matadero; veríamos, como mínimo, un 60% menos de los pobres perros que vemos ahora.
¿Por qué los cazadores-galgueros-rehaleros, y las Asociaciones y Federaciones relacionadas con la caza
no asumen su responsabilidad con SUS perros? ¿Por qué no tienen, por
ejemplo, programas de adopción o refugios para ofrecer un retiro digno a
sus animales? Porque nos topamos con la pasividad y complicidad de la Administración que es la otra cara del problema.
Pasividad porque la Administración, ni educa, ni vigila, ni inspecciona, ni sanciona, tal como exige nuestra Ley de Protección de Animales. Con
la impunidad de que disfrutan es muy fácil para los cazadores cruzar,
criar, abandonar y maltratar todos los perros que quieran.
Complicidad porque la Administración, con nuestro dinero, ofrece ayudas-subvenciones-patrocinios para la caza y, además, ofrece gratis a cazadores-rehaleros-galgueros el Servicio de recogida y no reciclaje de su basura canina.
Es curioso que todos paguemos impuestos por la recogida de la basura
que generamos y que el gremio de la caza, que supone menos de un 10% de
la población extremeña, tenga un servicio gratis de recogida de basura
de seres vivos por parte de la Administración. No es sólo lo que nos
cueste a los extremeños este Servicio, sino el sufrimiento animal
innecesario y evitable que incluye. La Administración no recicla la
basura de los cazadores en animales de compañía, como a nosotras nos
gustaría, sino que tiene sus decimonónicas Perreras-matadero para
exterminarlos, añadiendo unos cuantos días de tortura antes. El infierno Provincial de la Diputación en Olivenza
es un ejemplo del poco ético, caro, ilegal e injusto Servicio, que
patrocinamos TODOS los extremeños para que los
cazadores-galgueros-rehaleros se deshagan de sus desechos de caza,
fomentando así su irresponsabilidad. ¿Hasta cuándo?...
Resumiendo, la
solución más rápida y justa para terminar con el problema de los perros
de caza en Extremadura sería que la Administración actuara para que los
cazadores asumieran la responsabilidad de sus perros. Exigir
que la Administración termine con la dejación de funciones en protección
animal a la que nos tienen acostumbrados, no sirve para nada. Colaborar
con la Administración en la aplicación de la Ley 5/2002 de Protección
Animal de Extremadura, que fue el propósito por el que creamos la
Federación, tampoco.
¿Qué salida nos queda ante tanta injusticia y despropósito con nuestros animales? …
La única salida posible que vemos es la presión social, unirnos TODOS para, entre TODOS, romper la inercia que nos anestesia y tomar el rumbo de nuestro futuro para empezar
a crear la Extremadura sensible y civilizada que queremos. La presión
social es la única forma que nos queda para solucionar éste y el resto
de nuestros problemas ciudadanos que La Administración no tiene ningún
interés por resolver. Extremadura es de TODOS y la creamos entre TODOS.
¿A qué esperamos?...
“CAZADOR-GALGUERO-REHALERO: TU PERRO ES TUYO, RESPONSABILÍZATE DE ÉL”
“YA
ES HORA DE QUE LOS CAZADORES SE PREOCUPEN DEL BIENESTAR DE SUS PERROS
DE CAZA MIENTRAS LOS “UTILIZAN” Y OFREZCAN UN RETIRO DIGNO A SUS
ANIMALES CUANDO LOS “DESECHAN””
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