Reconozco que la primera vez que me hablaron de este perro, por culpa de su nombre, pensé que se estaban quedando conmigo.
Hoy vamos a hablar de una raza muy desconocida, al menos yo nunca había escuchado de ella, hasta hace bien poco, se trata del perro porcelana
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El Porcelana es tal vez el más antiguo de los podencos franceses, y desciende de los perros blancos de los reyes medievales. Sin embargo, recibió en el siglo XIX sangre de otras razas, de modo que tal como lo conocemos ahora, el Porcelana data de 1845
Es un perro de aspecto distinguido y elegante, flexible, que se desplaza con un galope rápido y sostenido. Su cabeza es bastante larga y enjuta, con el cráneo ancho. Las orejas, largas y plegadas, están insertadas más bajas que los ojos, grandes y pardos. El cuerpo es alargado, con pecho medianamente ancho y lomo ancho y recto. La cola es larga y ligeramente curva. El pelaje es corto, denso, fino y lustroso. El pelo, de un blanco brillante muy puro, que le hace parecer una figura de porcelana, está moteado con pequeñas manchas anaranjadas. Son características las motas de este color en las orejas.
Su carácter es vivaz, amigable y vivaracho, para el hombre es un compañero afectuoso, agradable, manso, y juguetón, como todas las razas de casa, adoran a los niños
Requiere grandes dosis de ejercicios